Si aún no has encontrado una motivación para hacer el Camino de Santiago te damos unas cuantas razones para animarte a ponerte en marcha hacia esta gran aventura. ¡Esto te va a gustar!
Porque te da la gana:
Nadie tiene por qué valorar tus razones. Todos tenemos un motivo al menos para hacer el Camino de Santiago, por pequeña o grande que sea, es de suma importancia para ti y no debes dejar que nadie te la deforme ni te imponga otra razón.
Por sentido curioso y aventurero:
Tienes ganas de vivir una experiencia diferente a la rutina del día a día.
Para acercarte a la naturaleza:
Cualquiera de las rutas del Camino de Santiago es un manto vivo del paisaje que dan paso a diferentes sensaciones a través de la vista.
Encontrarse con uno mismo:
El Camino de Santiago marca, para muchos caminantes, un punto de inflexión en la vida cuando conectan de verdad con la realidad de sí mismos a través de lo que no se puede describir con palabras.
Conocer gente muy diferente:
el peregrino nunca se va a sentir un extraño ya que tendrá la oportunidad de conocer gentes hospitalarias, que son capaces de ofrecer sus casas para acoger al peregrino. Prepárate a vivir momentos únicos con peregrinos de todas las edades, llegados de diversas partes del mundo, en los alojamientos, en los senderos o en la carretera.
La importancia de lo que tenemos y lo que necesitamos:
Aprenderás que lo material que no es necesario solo significa mayor peso en la mochila.
Una experiencia lingüística:
Camino a Santiago descubrirás el enorme potencial lingüístico que albergas en tu interior, pues muchos de esos nuevos contactos serán extranjeros a los que tendrás que hablarles en “inglés”, o lo que tú crees que es inglés. Si comienzas en Roncesvalles tendrás posibilidad de disfrutar de un completo y profundo cursillo de idiomas acelerado
Disfrutar de la gastronomía:
¡No todo es pasta y bocadillos!
Hay más motivos, seguro. En otras ocasiones no hay motivos, te dejas llevar y ya está. Recuerda que solo tú guías tus pasos.
Fuente: elcaminodesantiago.es