
El Camino de Santiago es una experiencia única. Miles de peregrinos lo recorren cada año buscando espiritualidad, aventura o desconexión. Pero como toda ruta larga, también tiene sus riesgos. Conocerlos te ayudará a prevenirlos y disfrutar del viaje con seguridad.
- Golpes de calor y deshidratación
Durante los meses más calurosos, las etapas pueden superar los 30 °C. Bebe agua con frecuencia, usa gorra y protector solar. Evita las horas de más sol (de 12:00 a 17:00). Un buen peregrino sabe que hidratarse es avanzar.
- Ampollas y lesiones en los pies
El problema más común. Caminar con calzado nuevo o inadecuado puede arruinarte el camino. Usa botas o zapatillas cómodas, de tu talla y bien ajustadas. Cambia de calcetines cada día y cuida tus pies como un tesoro.
- Cambios bruscos de clima
En Galicia o el norte de España el tiempo puede cambiar en minutos. Lleva siempre un chubasquero ligero o una capa impermeable. Y protege tu mochila con funda para la lluvia.
- Fatiga y sobreesfuerzo
Hacer demasiados kilómetros el primer día o no descansar lo suficiente puede provocar lesiones musculares o agotamiento. Planifica etapas realistas y escucha a tu cuerpo.
Recuerda: el Camino no es una carrera, es una experiencia.
- Desorientación o pérdida
Aunque el Camino está bien señalizado, a veces las marcas se confunden. Lleva siempre un mapa, una app de GPS o consulta a otros peregrinos. Nunca está de más preguntar antes de desviarte.
- Picaduras e insectos
En verano abundan mosquitos, abejas y tábanos, sobre todo en zonas rurales. Usa repelente y revisa tu ropa si caminas por senderos con vegetación alta.
- Tramos de carretera o tráfico
Algunas etapas discurren junto a carreteras o atraviesan pueblos con tráfico. Camina siempre por el lado izquierdo, usa ropa visible y extrema precauciones.
- Pérdida o robo de pertenencias
Aunque el Camino es muy seguro, no está libre de descuidos o hurtos. Guarda tu documentación y dinero en una riñonera o bolsillo interior. En los albergues, usa candados o taquillas si las hay.
El Camino de Santiago es seguro si lo haces con cabeza, respeto y preparación.
