
Si vas a emprender esta aventura, elegir el calzado correcto es clave para disfrutarla sin sufrir.
¿Botas o zapatillas?
Depende de la época del año y la ruta que elijas:
- Botas de trekking: ideales si haces el Camino en otoño/invierno o en rutas con más barro o montaña (como el Primitivo). Ofrecen mayor sujeción y protección.
- Zapatillas de senderismo o trail running: perfectas en primavera/verano y rutas como el Francés o Portugués. Son más ligeras y transpirables.
Características del calzado ideal:
- Impermeable y transpirable (tecnología Gore-Tex o similar)
- Buena sujeción del tobillo
- Suela antideslizante con buen agarre
- Que ya estén amoldadas a tu pie (¡no estrenes calzado en el Camino!)
No subestimes los calcetines:
- Usa calcetines técnicos sin costuras, que eviten la humedad y el roce.
- Cambia de calcetines si se mojan o sudan mucho.
- Algunos peregrinos usan doble calcetín (uno fino debajo y otro encima) para prevenir ampollas.
Tips para cuidar tus pies:
- Entrena antes con el mismo calzado y mochila que usarás.
- Corta bien las uñas (ni muy cortas ni largas).
- Lleva vaselina o crema antifricción para aplicar cada mañana.
- Haz descansos, quítate los zapatos y airea los pies.
- Si sientes rozaduras, actúa rápido: protege la zona antes de que se convierta en ampolla.
Caminarás cientos de kilómetros, ¡así que cuida bien a tus mejores aliados: tus pies.