A la hora de realizar el Camino de Santiago se tiene muy en cuenta el esfuerzo físico, pero quizás se habla menos de la fortaleza mental. También es importante una buena preparación de la mente y saber cómo relajarnos para disfrutar más de la experiencia. Para ello juegan un papel importante las paradas ya que no solo sirven para descansar sino para apreciar el entorno, paisajístico, monumental o cultural.
Planificación
Según las capacidades físicas de cada persona se planificará la ruta jacobea por etapas que será flexible, pero servirá de guion. El ritmo debe ser cómodo para caminar de manera natural y sin gran dificultad. Para hacer una parada no hay que esperar a estar muy cansado o estar exhaustos por el esfuerzo. La recuperación y relajación será mayor si se dosifica la intensidad del ejercicio con las paradas necesarias que permitan hacer el camino más llevadero.
Descanso
Otro aspecto importante es que no solo hay que establecer las horas de sueño, sino también periodos cortos de relajación que favorezcan a dormir mejor. Se trata de conseguir momentos a lo largo del día para relajarse y aprovechar todos los encantos que tiene el Camino de Santiago además del ejercicio físico. Hablamos de la gastronomía, la cultura, el paisaje, la arquitectura, la hospitalidad de la gente, la relación con otros peregrinos…
La época del año también influye en el cansancio y la fatiga. En los meses de más calor hay que beber en abundancia, protegerse del sol y buscar lugares frescos para descansar.
Camino Francés
Una de las rutas más conocidas es la que empieza en Sarria. Muchos peregrinos eligen esta localidad para empezar la ruta por las pocas etapas que hay hasta Santiago y por tener los kilómetros necesarios para conseguir la Compostela. Este itinerario te sorprenderá por sus verdes paisajes, pueblos históricos y los múltiples servicios que están pensados para el Camino de Santiago.
Fuente: www.caminodesantiago.gal