La localidad lucense de Sarria es una de las paradas más importantes en el Camino de Santiago. Se encuentra en la ruta del Camino Francés y alcanzó su esplendor a finales del siglo XIX con la inauguración del ferrocarril.
Si llegas a este pueblo de la provincia de Lugo no debes perderte los siguientes lugares:
Monasterio de La Magdalena
Sin duda es uno de los edificios más emblemáticos de Sarria. También llamado Convento de la Merced. Destaca su iglesia, su fachada plateresca y su claustro gótico. Una parte de sus instalaciones sirve de albergue para peregrino.
Miradoiro do Cárcere
Muy cerca del monasterio está este punto con un moderno crucero desde el que se puede disfrutar de una hermosa vista de la villa.
Torre da Fortaleza
Está a pocos metros de la iglesia medieval del Salvador subiendo por la Rúa do Castelo. Único torreón que se conserva de la antigua fortaleza de Sarria del siglo XV que se derribó en el año 1860. A su lado se ubica el Campo da Feira.
Casco histórico
Por la Rúa Maior descubrirás casas del siglo XVIII, viviendas con balcones y galerías, el ayuntamiento y la iglesia de Santa Mariña de Sarria.
A escasos metros se localiza la Praza da Vila, la Villa Andrea y la Villa Aurelia en donde está la sede de la Sociedad Cultural de Sarria. En este edificio de estilo neoclásico se celebran numerosos actos y exposiciones siendo uno de los centros neurálgicos para las actividades culturales.
También puedes acercarte al Museo Etnográfico del Pan de la Panadería Pallarés cuyo origen se remonta al año 1876.
La Rúa Calvo Sotelo es la zona de tiendas y comercios por excelencia.
Parque do Chanto
Tras recorrer el paseo a las orillas del río Sarria en donde encontrarás varios locales de hostelería con terrazas se llega a este espacio natural. Este parque es perfecto para practicar deporte y en sus alrededores están las zonas deportivas y las piscinas, así como un parque infantil y áreas recreativas.
Todo peregrino que abandona Sarria camino a Portomarín pasará por el Ponte da Áspera, un puente medieval sobre el río Celeiro.
Fuente: La Voz de Galicia