Si estás pensando en hacer el Camino de Santiago este año y necesitas argumentos para convencer a tus amigos y/o familiares no debes perderte las siguientes líneas. Peregrinar a Compostela siempre es una buena opción porque se trata de una experiencia que nunca defrauda.
Flexibilidad
Existen múltiples rutas para recorrer el Camino de Santiago pudiendo caminar un mes completo (o incluso más) o acabar tan solo en cinco días. Sin duda, un buen plan para cuando no se sabe que hacer en las vacaciones.
Superación
Otro motivo de peso para aventurarse al Camino de Santiago es para superar momentos vitales difíciles. La ruta jacobea es la mejor medicina para curar estados de ánimo. Muchos peregrinos afirman que después del Camino se encuentran mejor por encontrarse a sí mismos.
Desconexión
El Camino de Santiago es sinónimo de paz, naturaleza y armonía. También es una forma de desconectar de la rutina para únicamente preocuparse por recorrer las etapas (cada uno a su ritmo). No se trata de una competición, sino de andar cómodamente disfrutando del entorno.
Reto
Recorrer por primera vez el Camino de Santiago supone un desafía para cada peregrino porque se ansía llegar a la meta en plenas condiciones. En este caso sería la Catedral de Santiago. Eso sí, si no eres una persona acostumbrada al deporte es recomendable prepararse unas semanas antes de emprender camino.
Recuerda que las motivaciones para hacer el Camino de Santiago no son solo religiosas, sino que cada uno tiene sus propias inquietudes. Lo más importante es disfrutar de la experiencia al máximo aprovechando para estrechar lazos con las personas que te acompañen en la ruta y con los demás peregrinos. No obstante, hay quien prefiere caminar rumbo a Santiago solo. La hospitalidad de los hogareños y el resto de los caminantes harán que la soledad desaparezca.
Fuente: Vive Camino